[cmsmasters_row][cmsmasters_column data_width=”1/1″][cmsmasters_text]

He aquí la eterna pregunta: ¿qué es el arte?

Probablemente sea el concepto más concreto y abstracto a la vez para los que amamos este mundo, ya que creemos saber qué es, pero como comprobamos a diario, cada individuo puede aportar una definición dispar, que, si converge en algún punto, es debido a la belleza de obra o la genialidad de autor.

Con esta idea inicial trato de deshacer la complicada madeja tramada por todos los actores que se ponen en juego en el mundo del arte, para llegar a considerar qué es y qué no es arte.

Artistas; marchantes o galeristas; casas de subastas; mecenas; directores de museos y hasta filósofos que nunca han cogido un pincel, nos han aportado diferentes definiciones de arte sin llegar a un entendimiento común. Quizás sean estos últimos quienes mejor se hayan acercado y profundizado sobre la teoría de la estética, al tratar de contestar a la pregunta sin ningún interés adicional.

Desde la Antigua Grecia se dice que el arte es toda aquella mímesis creada por el hombre en su afán de imitar a la naturaleza (Aristóteles, s.IV a.C.). Son los pensadores a partir de Kant (Königsberg, 1724) son los que se encargan de jerarquizar las distintas disciplinas. Hegel (Stuttgart, 1770) solo consideró, y en este orden, los siguientes movimientos artísticos: arquitectura, escultura, pintura, música y poesía (Cutruneo, 2011).

Con la aparición de estas primeras clasificaciones de arte, y así la separación con la artesanía, comienza a decirse que es arte todo aquello único y original, que pertenece a un género y que tiene sus propias normas y criterios de valor.

Todas las definiciones que encontramos en siglos posteriores tienden al ideal de belleza, concepto que hasta hace poco más de cien años se trataba del canon para el reconocimiento de una obra de arte.

Gracias a las vanguardias artísticas del siglo XX, y en concreto con la abstracción y conceptualización, desaparece ese ideal de lo bello en favor del concepto y el objeto. Algo similar podría ocurrir hoy o mañana y seguiría así la evolución del arte, por lo que su definición nunca puede darse por cerrada.

El arte es arriesgarse a crear, creer en lo que uno hace y todos podemos hacer arte.

¿Te gustaría correr el riesgo?

Cree en ti. Tú eres arte.

[/cmsmasters_text][cmsmasters_divider shortcode_id=”ik53p2b8v” width=”long” height=”1″ position=”center” margin_top=”50″ margin_bottom=”50″ animation_delay=”0″][cmsmasters_text shortcode_id=”st0fwgfqi5″ animation_delay=”0″]

REFERENCIAS

Cutruneo, Jimena P. (2011) – El fin de la misión del arte. Una revisión de las Lecciones sobre estética de Hegel. En: Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades [En Línea] [Fecha de consulta: 12.01.21] http://institucional.us.es/araucaria/otras_res/2011_11/resegna_1111_2.htm#_edn2

[/cmsmasters_text][/cmsmasters_column][/cmsmasters_row]